Maya Nakanishi, atleta paralímpica japonesa, se desnudó hace un par de semanas para recaudar fondos y poder representar a su país en los juegos de Londres 2012. El calendario, rápidamente, le dio la vuelta al mundo.
—Te has vuelto completamente loca —le dijeron unos.
—Avergüenzas al Japón —exclamaron otros.
Pero Maya no dijo nada. Sólo se desnudó y posó con su prótesis.
—Te burlas de los discapacitados —le reprocharon algunos.
—¡Eres una exhibicionista! De esto a la pornografía... —insistieron otros.
Pero Maya tampoco dijo nada.
Hasta que alguien, mirando detenidamente las fotos, exclamó:
—Qué bella eres, Maya.
Luego, mirándolas otra vez, agregó:
—Y qué valiente. Si el valor se midiera en medallas, tú tendrías la más dorada. La mejor. Vayas o no vayas a Londres, has ganado tu propia competencia.
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