DANIEL CRISTANCHO (Bogotá, 1984) Nació diestro, pero pronto descubrió que tenía destreza para hacer cosas con la mano izquierda. Desde entonces usa las dos. Como buen capricornio, es lento en todo lo que emprende aunque al final siempre llega a buen puerto. Alguna vez soñó con ser el mejor lateral derecho-izquierdo del fútbol mundial, pero su vocación por contar historias inclinó la balanza y decidió fichar por la Facultad de Periodismo. Poco después, mientras con una mano recibía el Premio Nacional de Literatura del TEUC, con la otra hacía las maletas y juntaba sus ahorros para disfrutar, por fin, del aire fresco y diáfano del exilio español. En 2010 se convirtió en lector editorial del sello Alfaguara y dos años más tarde se graduó como Alquimista Profesional de las aulas de la ECH. Es simpatizante del Atleti. Lleva ocho años radicado en Madrid, ciudad en la que pasará el resto de sus días a menos que los dioses griegos (y la Oficina de Extranjería) determinen otra cosa.
SOBRE EL AUTOR
DANIEL CRISTANCHO (Bogotá, 1984) Nació diestro, pero pronto descubrió que tenía destreza para hacer cosas con la mano izquierda. Desde entonces usa las dos. Como buen capricornio, es lento en todo lo que emprende aunque al final siempre llega a buen puerto. Alguna vez soñó con ser el mejor lateral derecho-izquierdo del fútbol mundial, pero su vocación por contar historias inclinó la balanza y decidió fichar por la Facultad de Periodismo. Poco después, mientras con una mano recibía el Premio Nacional de Literatura del TEUC, con la otra hacía las maletas y juntaba sus ahorros para disfrutar, por fin, del aire fresco y diáfano del exilio español. En 2010 se convirtió en lector editorial del sello Alfaguara y dos años más tarde se graduó como Alquimista Profesional de las aulas de la ECH. Es simpatizante del Atleti. Lleva ocho años radicado en Madrid, ciudad en la que pasará el resto de sus días a menos que los dioses griegos (y la Oficina de Extranjería) determinen otra cosa.
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