Mariló sin aplausos

—¡Lo que nos faltaba! Que este blog, a falta de temas, ahora se dedique a reproducir los cotilleos de los programas de la mañana.
   —No es ningún cotilleo. Es una información verídica.
   —¿Está seguro?
   —Completamente. Resulta que por culpa de los tijeretazos indiscriminados del Gobierno, el programa de Mariló Montero ha decidido prescindir del público que día a día se encargaba de crear ambiente en el estudio.
   —Explíqueme esto último, por favor.
   —Televisión Española, a través de una agencia, contrataba todas las mañanas a un pequeño grupo de figurantes que murmuraba, reía, silbaba y aplaudía según las indicaciones de la producción. Cobraban algo así como 10€ la hora. Casi todos eran desempleados que, por culpa de la crisis, vivían justamente de recorrer diferentes estudios de televisión. Ya eran unos profesionales. Pero tras la política de recortes en la que ha entrado la cadena, la dirección ha decidido que no son necesarios. Y desaparecerán del estudio.
   —¿Y a quién pondrán ahora?
   —Han contratado una mini orquesta de música.
   —Pues a mí no me parece tan grave.
   —En principio, a mí tampoco. Pero pensándolo bien, me genera cierto escalofrío.
   —Qué paranoico es usted.
   —No, no es paranoia. Es que, si se fija bien, lo del programa de Mariló es un ejemplo perfecto de lo que está pasando. A pequeña escala, pero bastante ilustrativo. Como cuando usted toma una muestra de una sustancia para saber sus componentes. Esto es igual. El resultado del análisis, al final, es el mismo: que el público es prescindible.