31 de marzo de 2012

Cuestiones familiares




ESPAÑA_: Por los lazos sanguíneos que me unen a tu padre Portugal, explícame, queridísimo sobrino, a qué se debe esta broma de mal gusto.
BRASIL_: No sé de qué hablas, tía.
ESPAÑA_: Hace unos días fui a tu casa a visitarte, pero unos guardias de la División de Inmigración me impidieron la entrada. Les dije que era tu tía, la señora España, pero les dio igual. Les mostré mi documentación, pero tampoco accedieron. Ni siquiera me permitieron hablar contigo. Me devolvieron en el primer avión que venía para Madrid.
BRASIL_: Ah, te refieres a eso...
ESPAÑA_: Sí, querido sobrino. Dime que no tienes nada que ver. Dime que fue un gravísimo error y que mañana mismo destituirás a ese grupo de guardias indeseables.
BRASIL_: No puedo hacer eso, tía. Lo siento.
ESPAÑA_: ¿Por qué?
BRASIL_: Porque han hecho lo que debían. He ordenado algunas modificaciones en el control migratorio. Si quieres venir a visitarme, de ahora en adelante tendrás que aportar más documentos.
ESPAÑA_: Actúas como si no nos conociéramos. Siempre nos hemos llevado estupendamente. Te he dado el mismo trato que al resto de mis hijos latinoamericanos.
BRASIL_: Pues para que nuestro trato sea aún más igualitario, como tú dices, es justo que los controles de entrada sean los mismos. No lo tomes como una revancha ni nada por el estilo. Además, prometo no excederme: te pediré los mismos documentos que me exiges tú cada vez que visito tus palacios.
ESPAÑA_: ¡No me lo puedo creer! ¡Esto increíble!
BRASIL_: Ya te he dado mis razones.
ESPAÑA_: ¡De verdad, sobrino, que no te reconozco! Ni siquiera Colombia, la más descarriada de mis hijas, se había atrevido a semejante cosa.
BRASIL_: Debes reconocer que no pasas por un buen momento. Estás flaquísima, tía, y tienes una mala cara que espanta. Lo mejor es que te serenes y trates de poner tu salud en orden. Ojalá me equivoque, pero creo que son los mismos síntomas que tuvo mi padre cuando le diagnosticaron la Crisis y el Déficit. Tómate un tiempo. Luego, cuando estés recuperada, quizá podamos sentarnos a hablar con más calma.

No hay comentarios: