4 de abril de 2012

La «mala» educación




Michela Roth salió del anonimato hace un par de semanas cuando un grupo de padres decidió retirar a sus hijos de la guardería donde trabaja como maestra. El caso ocurrió en Castello di Serravalle, norte de Italia, una localidad de apenas 5.000 habitantes.
   —Tiene que haber una buena razón. Nadie se hace famoso sólo por eso.
   —¡A Michela le sobran buenas razones! Pero en este caso hubo una.
   —¿Era pésima maestra?
   —No, no, no... Todo lo contrario. ¡Es buenísima...! Quiero decir, que nada tuvieron que ver sus métodos de enseñanza ni su grado de vocación.
   —Entonces no entiendo cuál fue el motivo.
   —Michela, que tiene 38 años y un cuerpo apto para la enseñanza, trabaja como modelo en sus ratos libres. Es más, ha ganado varios concursos de belleza. Y eso, al parecer, no ha sido bien visto por algunos padres... Mejor dicho, por algunas madres. Porque, en honor a la verdad, los padres están encantados. Tanto así, que cada vez que dejan a sus hijos en la guardería aprovechan para hacerse fotos con ella.
   —No parece un argumento sólido. ¿O es que acaso sólo las feas pueden ser maestras?
   —La queja textual fue: «Es demasiado sensual para enseñar a mi hijo».
   —¿Y qué dijo ella?
   —Que no tenía nada que esconder. Lo cual le agradecemos muchísimo, claro.
   El asunto pronto llegó a oídos de la alcaldesa del pueblo, que se limitó a decir que la guardería cumplía con toda la normativa vigente. Michela, por su parte, convocó una asamblea con los padres de los niños  para aclarar que sus fotos (que circulan por Internet) hacen parte de catálogos profesionales y que entre sus planes no está el posar desnuda. Las madres volvieron a casa más tranquilas. Los padres, algo decepcionados.
   —¿Y cómo acabó el tema?
   —Los más sensatos dejaron las cosas como estaban. Algunos, incluso, le enviaron mensajes de apoyo. Pero los otros retiraron a sus hijos de la guardería al día siguiente.
   —¿No hubo manera de hacerlos entrar en razón?
   —No. Pero para ellos, por mojigatos, Michela tuvo una última frase: «En poco tiempo llevaremos a los niños a la piscina y desde ahora comunico que llevaré un bañador olímpico».

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