—¿Entonces usted es de los que todavía cree en el viejo cuento de la lucha armada?
—Cuando es necesaria, sí.
—¿Y en el terrorismo como método de intimidación?
—Es la mejor manera de alzar la voz.
—¿Incluso si eso implica la violencia contra millones de ciudadanos?
—Toda revolución requiere sacrificios.
—Esta vez no voy a discutir con usted. No me interesa. Sería como hablarle a una pared. Más bien quiero mostrarle cuatro fotos (*). No me pregunte dónde fueron hechas. Da igual. Las armas son armas aquí o en Cafarnaún. En Liberia o en los Balcanes. Sólo mírelas. ¡Mírelas bien! Un minuto, una hora, un día entero... Al final, si lo hace bien, será como estar delante de un espejo.
(*) Exposición "Antología" sobre los 25 años carrera del fotoperiodista español Gervasio Sánchez.
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