Palco oscuro

Y una noche, tras cinco meses de impagos, se negaron a jugar al fútbol. Se pusieron la camiseta, saltaron al césped y, apenas se oyó el pitazo inicial, se reunieron en el centro del campo y se abrazaron. «¿Estáis seguros?», preguntó el árbitro. «Seguros», sentenció el capitán. El balón se detuvo. Los jugadores del equipo rival se unieron al abrazo. Fiel hasta el fin, la grada apoyó el gesto mientras entonaba la emblemática 'Fuente del Cacho'. «Sólo jugaremos si el presidente del club dimite de su cargo», había advertido, horas antes, la plantilla al completo. Pero el palco, epicentro de oscuros manejos en las últimas cuatro temporadas —el club se había despeñado desde Primera División hasta Segunda B—, seguía vacío. Nadie: ningún rostro, ninguna palabra. El gesto se hizo noticia, y la noticia clamor, y el clamor reclamo. Horas después, la junta de socios apartaba del cargo al Hombre sin Rostro. Y el siguiente domingo, como hacía mucho no sucedía, la cancha volvió a llenarse. Pasara lo que pasara, afición y jugadores habían ganado el partido.


(*) La plantilla del Racing de Santander decide no jugar el partido de cuatros de final de la Copa del Rey ante la Real Sociedad, el pasado 30 de enero, en Santander.