9 de julio de 2014
Los señores de las cuentas
—¿Me está diciendo que en el Tribunal de Cuentas, que se encarga precisamente de controlar las cuentas del Estado, estaban pasando cosas raras?
—Se dedicaban al «enchufismo».
—¿Y qué es el enchufismo?
—Enchufismo, que viene del verbo enchufar. O sea: acceder a un cargo público por amiguismo o amangualamiento antes que por méritos. Una práctica que aquí en España es cada vez más frecuente. O lo que en Colombia se llama «palanca» o «rosca» y es la esencia misma del Estado.
—¿Y qué tan grave era el asunto?
—Mucho. Imagínese que de los 700 empleados que tiene el Tribunal, un 14% comparten lazos familiares directos. Y un 10% son parientes de los altos cargos. Le pongo un ejemplo: el actual director del Área de Fiscalización, Javier Medina, tiene enchufados a su mujer, a un pariente de su mujer y a dos hermanos. ¡Imagínese, el director del Área de Fiscalización!
—¿Y no hay un cargo superior que controle esto?
—Sí, por encima de él está el actual presidente del Tribunal, Ramón Álvarez de Miranda, que a su vez tiene enchufados a una concuñada y a un sobrino.
—¡Válgame Dios! ¿Y qué explicación dio?
—Que no había nada ilegal en el proceso. Y que muchos de los puestos se habían asignado antes de su llegada al cargo de presidente del Tribunal. O sea, cuando era asesor.
—¿Y quién estaba antes?
—Un tal José Antonio Pajares, que tiene enchufados a su hija y a su yerno. Y otros dos titulares del Comité de Empresa, que suman 17 parientes enchufados. Y un hermano del ex ministro Federico Trillo. Y un hermano del ex presidente José María Aznar. Y parientes de exministros. Y parientes de consejeros. Y ex secretarios y ex delegados y ex funcionarios de no sé dónde. Y así usted puede seguir tirando y tirando de la cuerda hasta la abuela y la tatarabuela...
—¿Y qué pasa con las pruebas de acceso? ¿No sirven de nada?
—No lo sé... Lo que sí sé es que las preguntas las preparan los mismos funcionarios del Tribunal, como por ejemplo el señor Enrique Medina, hermano del director del Área de Fiscalización, que, por cierto, accedió al cargo cuando su hermano era consejero del Tribunal.
—¿Y dice usted que éstos son los que llevan las cuentas del Estado? ¿Está seguro?
—Sí, son ellos. Son los señores de las cuentas.
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