13 de mayo de 2015

¡Mierda!



—Algo huele francamente mal en este post. ¿Se puede saber de qué mierda me está hablando?
   —Usted mismo lo ha dicho: mierda.
   —¿Cómo así que «mierda»?
   —Pues mierda. O sea: excrementos, heces, caca, bollos, cagada, boñiga...
   —¿Pero lo dice en serio o es pura mierda?



   —En serio. Yo nunca hablo mierda.
   —Entonces dígame por qué montó toda esta mierda.
   —Lo que pasa es que, entre tanta mierda de noticias, encontré una que habla sobre la mierda.
   —¿Qué mierda de periódico lee usted? ¿La Razón, el ABC?
   —El periódico es lo de menos. Lo interesante es el tema de la noticia: la mierda.
   —¿Y qué decía? ¿Que «el mundo es una mierda»?
   —Más o menos. Una mierda a medias.
   —Pues esa noticia no vale una mierda. Hace rato sabemos que el mundo es eso: mierda pura.
   —No del todo. La noticia cuenta la apertura del «Museo de la mierda».
   —¿«Museo de la mierda»?
   —La iniciativa fue de Giantonino Lucatelli, un ganadero de Castelbosco (norte de Italia), quien se cansó de ver la cantidad de mierda que cagaban las 2.500 vacas de su hacienda y decidió retulizarla. O, como él mismo dice, «dar a la mierda el valor que tiene». Entonces montó lo que ahora es la planta que convierte la mierda en elementos ecosostenibles.
   —¿Y en qué consiste esa mierda?
   —La planta depura la mierda hasta volverla menos mierda. De este modo, Lucatelli ha hallado dos usos básicos: el primero, el del gas metano que le da el olor de mierda a la mierda, y que se reutiliza como fuente de energía alternativa; y el segundo, el de la mierda en sí misma, es decir, la caca en estado natural, que al separarla del gas metano sirve como material de construcción, elemento aislante o, incluso, pigmento decorativo para cuadros.
   —¿En serio? ¿Cuadros pintados con mierda?
   —Con mierda depurada.
   —¡No me lo creo! ¡Eso debe ser pura mierda!
   —Es verdad. De hecho, todo el proceso está expuesto en las salas del «Museo de la mierda», en el que Lucatelli, además, hace un repaso por los distintos usos que las culturas han dado a la mierda a lo largo de la Historia y enseña al público otros experimentos realizados con las heces. Según afirma, es una línea de investigación que seguirá explorando.
   —No entiendo. ¿Por qué mierda lo hace?
   —Porque, como usted decía, el mundo es una mierda. Mierda por allá, mierda por acá, mierda por todos los lados. Vivimos rodeados de mierda. Pero, por eso mismo, hay que hacer algo con esa mierda. Es decir, hay que hacer de la mierda menos mierda. Lucatelli lo hace de forma literal: con la mierda de sus vacas. La Orquesta de Cateura, con instrumentos hechos de basura. Y así cada uno. Hay muchas maneras. El asunto está en no vivir entre la mierda.

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